24 propósitos importantes que puedes cumplir en 2024
Otro año ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Tanto las buenas como las malas experiencias nos han dejado recuerdos y lecciones impagables que inspiran nuestros propósitos para el año siguiente.
Aunque alcanzar objetivos materiales puede ser inmediato y gratificante, pocas cosas pueden igualar la satisfacción y los frutos duraderos del crecimiento personal. La superación personal es un viaje que dura toda la vida, pero no hay mejor momento para empezar que hoy.
Si estás buscando una decisión significativa que adoptar para 2024, te recomendamos uno o más de los 24 objetivos realistas que te proponemos a continuación.
1. Seguir el curso de la naturaleza
Desde la infancia, hemos aprendido a esforzarnos por alcanzar el éxito y el reconocimiento. Aunque ésta es una mentalidad que puede ayudarnos a cultivar la perseverancia y a crear resiliencia, la experiencia vivida nos demuestra a menudo que el universo tiene sus propios principios.
Hay quienes, a pesar de esforzarse por algo, no lo consiguen; mientras que hay otros que obtienen las cosas de forma natural sin un esfuerzo extraordinario. Eleva tu perspectiva y abandona la mentalidad competitiva. Una vez que aprendas a confiar y a tener fe, te darás cuenta de que lo que está destinado a ser tuyo encontrará su camino hacia ti.
2. Encontrar la paz mental
Una lista interminable de tareas pendientes puede hacer que nuestros pensamientos divaguen. Mientras trabajamos en una cosa, surgen problemas relacionados con otras preocupaciones. Agobiados por la ansiedad y las preocupaciones, es difícil encontrar la paz mental.
Regálate estar presente. Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, entrenar la mente es una hazaña alcanzable. Empieza por examinar la causa de tu inquietud. Ya sean expectativas de futuro o remordimientos del pasado, piensa en la serenidad que te aportaría desprenderse de ellos.
Una de las herramientas más poderosas para alcanzar la paz mental es la meditación. El arte de aquietar la mente requiere práctica diaria, pero no una costosa instrucción. Recuerda que las mejores cosas de la vida son gratis.
3. Deja de temer a las dificultades
A nadie le gusta sufrir, pero las tribulaciones nos enseñan a valorar los buenos momentos y también nos brindan oportunidades para mejorar.
¿Cómo reaccionas cuando surgen problemas? ¿Eres capaz de pensar en los demás para encontrar soluciones? ¿Son tus problemas un reflejo de tus defectos? ¿Qué puedes cambiar en ti para mejorar las cosas? Solo en medio de aguas turbias pueden florecer las flores de loto más puras.
4. Sonríe más
Sonreír no solo te hace parecer más accesible, sino que también mejora tu estado de ánimo. Los estudios han descubierto que cuando sonríes, tu cuerpo libera hormonas que mejoran el estado de ánimo, como la serotonina, la dopamina y las endorfinas, mientras que las hormonas que producen estrés, como el cortisol y la adrenalina, disminuyen.
Aunque las sonrisas forzadas pueden aportar algunos de estos beneficios, nada es comparable a la belleza y calidez de una sonrisa genuina. Mantén una actitud positiva y brillará de forma natural.
5. Ponte contento con lo que tienes
La emoción de conseguir algo nuevo puede ser irresistible si apoyamos nuestra felicidad en la posesión de objetos materiales para satisfacer nuestros deseos. Sin embargo, lo que conseguimos nunca parece ser suficiente; y, a costa tanto de nuestra cuenta bancaria como de nuestra paz mental, perseguimos sin descanso una falsa sensación de satisfacción.
El nuevo año es un buen momento para poner a prueba tu creatividad. Cuando percibas una necesidad, en lugar de ir de compras, mira a tu alrededor para ver qué tienes que pueda adaptarse o reutilizarse para satisfacerla. Puede que descubras que usar tu imaginación es infinitamente más gratificante que acumular más cosas.
6. Deja de quejarte y empieza a dar las gracias
Quejarse cuando las cosas no salen como queremos es un hábito común que nos confunde y molesta a nuestros conocidos. Intenta centrar tu atención en las cosas buenas de tu vida. Cuando cuentes tus bendiciones, te darás cuenta de que has estado dando muchas cosas por sentadas.
Incluso las situaciones difíciles ofrecen una oportunidad inestimable para cultivar diversas virtudes. Aprovecha este nuevo año para abandonar el hábito de quejarte y sustituirlo por una práctica más enriquecedora: dar las gracias.
7. Deja atrás el miedo a estar solo
El fantasma de la soledad nos persigue a muchos. Aunque todos somos sociables por naturaleza, no hay garantía de que siempre tengamos la compañía que deseamos, y a veces necesitamos encontrar consuelo en nuestra propia compañía.
Recuerde que estar solo y la soledad no son necesariamente lo mismo. Estar solo puede conducir a una sensación de aislamiento -o darte una grata oportunidad para el trabajo espiritual- es una cuestión de percepción.
8. Aprender a no replicar
Defenderse es instintivo. Cuando alguien nos lanza palabras duras, es probable que respondamos con la misma dureza, si no más. El resultado es un conflicto desagradable que puede dejar cicatrices en el corazón y el alma.
Muchas prácticas espirituales hacen hincapié en la importancia de contener el mal genio y no responder de la misma manera. Esto evita que hagamos o digamos cosas de las que luego nos arrepintamos.
Cada vez que alguien te haga o te diga algo poco amable, tómalo como una oportunidad para examinar si toca algo que podrías mejorar. Las ofensas serán cada vez menos agresivas a medida que cultives un corazón al que nada afecte.
9. Cultiva el habla positiva y elegante
La forma en que hablamos dice mucho de nosotros y tiene cierto efecto en el oyente. Por eso, los oradores suelen recomendar moderación al hablar.
Hablar rápido puede impedir una comunicación eficaz y dar sensación de prisa o estrés, mientras que una voz alta puede parecer desconsiderada y molesta. Por supuesto, hablar demasiado despacio o con un volumen bajo también puede dificultar que los demás entablen una conversación contigo.
Hablar con gracia, ritmo y amabilidad, junto con el uso de un vocabulario amplio, hará que las conversaciones sean interesantes y agradables.
10. Mejora tu comportamiento
Tu forma de comportarte habla de tu autoestima y confianza. Los hombros redondeados y una postura encorvada dan la impresión de que no te preocupas por ti mismo o por lo que los demás piensan de ti. Por el contrario, mantener la espalda recta, los hombros hacia atrás y la mirada alta te ayuda a parecer seguro y aplomado.
Evita agitar las piernas al sentarte o balancear los brazos bruscamente al caminar. Un porte elegante es desenvuelto y sin prisas.
11. Encuentra lo bueno en los demás
Es fácil centrarse en los defectos de los demás, sobre todo cuando no se ajustan a nuestras normas. Cuando sus defectos ocupan nuestra mente, nos sentimos inclinados a darles la espalda.
Pero recuerda que todos somos buenos y malos. Piensa en tus propias imperfecciones y busca lo positivo. ¿Son amables, generosos, alegres, fiables, disciplinados o respetuosos con los demás? Quizá puedas aprender algo de ellos.
Ignorar los defectos de los demás y centrarse en sus buenas cualidades es una habilidad que lleva tiempo dominar, pero la serenidad que sigue bien merece el esfuerzo.
12. Haz cumplidos genuinos
Si ves algo bueno en los demás, no dudes en hacérselo saber. Un reconocimiento sincero de sus esfuerzos por ser mejores siempre es alentador y muy apreciado.
Sin embargo, evita los halagos a toda costa. Las palabras vacías y los elogios poco sinceros solo hablan de tus intenciones de ganarte el aprecio de los demás. Cultiva tu discurso y asegúrate de que cada palabra que dices es honesta y amable.
13. Cultiva la paciencia
Nuestro estilo de vida moderno nos ha vuelto cada vez más impacientes y utilitarios. Con la tecnología avanzada al alcance de la mano, la paciencia que nuestros antepasados ejercían mientras preparaban una comida, hacían una intrincada obra de artesanía o confiaban en la memoria y los libros para obtener información puede parecer increíble.
Para redescubrir el estilo de vida sencillo y satisfactorio que llevaban nuestros antepasados, hay que dejar de lado el deseo de gratificación instantánea y la urgencia por conseguir logros. Cuando dejemos de perseguir un sentimiento de satisfacción, surgirá la belleza del momento presente.
14. Reconecta con tu espiritualidad
Durante milenios, la espiritualidad ha proporcionado orientación y sentido a la vida humana. Reconocer la existencia de algo más grande que nosotros mismos y abrazar nuestra propia naturaleza divina dan un sentido profundo a nuestra existencia.
Embárcate en un viaje de autodescubrimiento y descubrirás que el universo y la vida están llenos de belleza y fascinantes misterios que difícilmente pueden calificarse de accidentales.
15. Empieza a rendirte cuentas a ti mismo
¿Cuántas veces has recurrido a mentiras piadosas para justificar no haber hecho algo que deberías haber hecho? ¿Cuántas veces has renunciado a un objetivo porque «no tienes tiempo»?
Las excusas nos ayudan a mantenernos en nuestra zona de confort; pero recuerda que nada que merezca la pena es fácil. Si defines tus objetivos y esbozas lo que se necesita para alcanzarlos, estarás menos inclinado a dejarte llevar por las excusas.
16. Vencer la pereza
Dedicar tiempo y energía a hacer cosas es difícil cuando carecemos de motivación. Las cosas se posponen una y otra vez, hasta que finalmente renunciamos a alcanzar nuestros objetivos.
Evite la procrastinación creando microhábitos y un plan razonable. Recuerda que la constancia es más importante que la intensidad. Reserva cada día un poco de tiempo para dedicarlo a tus objetivos y hazte recordatorios de por qué quieres alcanzarlos.
Te sorprenderá cómo se suman tus pequeños esfuerzos diarios y cuánto progresarás en solo un año.
17. Sigue la actualidad
Leer las noticias puede resultar abrumador. La complejidad de muchos temas y las noticias negativas pueden desmotivar y desanimar. Sin embargo, es bueno recordar que no todos los medios se centran en las malas noticias y que entender las noticias es solo cuestión de práctica.
Como decía mi profesor de periodismo: «¡Revisa los titulares todos los días!». «Intenta seguir al menos una noticia». «¡Lee, lee, lee!». Adquirir este hábito no solo amplía tus conocimientos, también genera simpatía por individuos de otras culturas y entornos.
18. Redescubre la tradición
¿Te has preguntado alguna vez cómo vivían nuestros antepasados? ¿Cómo pensaban, sentían y actuaban?
El arte, la poesía y la música son pistas reveladoras en esta indagación. Un vistazo a la poesía clásica revela una búsqueda incesante de la verdad, la bondad y la belleza. La pintura clásica muestra una búsqueda devota de la belleza sublime de lo divino. Las melodías de la música clásica atestiguan la aspiración del músico a perfeccionar sus habilidades e inspirar bondad en el oyente.
Redescubre la belleza de la tradición y deja que dé forma a tu presente. Las anécdotas de tus mayores, los documentales y la literatura clásica son excelentes fuentes para guiar tu búsqueda.
19. Desarrollar y apreciar el arte
El arte siempre ha sido un pilar de la civilización. Aunque el arte moderno a menudo nos deja desconcertados, el arte clásico puede guiarnos de vuelta a la esencia misma de la expresión artística. A través de él, los seres humanos han inmortalizado pensamientos, ideales y escenas.
Una buena forma de aprender a apreciar el arte es exponerse a él. Asista a representaciones en directo y visite su galería de arte o museo local. Al sumergirte en este exquisito mundo, llegarás a apreciar las experiencias más que las cosas, y obtendrás una visión más profunda de la relación entre la vida y la belleza.
20. Dedícate a una afición creativa
El placer de crear belleza con las manos es un lujo exclusivo del ser humano. Ya sea construyendo, tejiendo, pintando o haciendo cerámica, las posibilidades son infinitas. Además de ayudarnos a relajarnos, hacer cosas estimula nuestra creatividad e imaginación.
Aprender una nueva habilidad este año es una forma estupenda de desafiarte a ti mismo. Fija un horario que encaje con tus responsabilidades actuales y trata este esfuerzo creativo como un importante «tiempo para ti». A medida que tus piezas cobren vida, descubrirás tu propio estilo y el tipo de belleza que sólo tú puedes crear.
21. Cultivar el altruismo
Nuestra experiencia vivida puede dar fe de la gran alegría que sentimos cuando damos. Hay algo innato en el ser humano que es puramente compasivo, y brilla cuando dejamos de lado las preocupaciones egoístas.
Cultivar nuestro lado amable es el primer paso y el voluntariado es una forma estupenda de hacerlo. Piensa en cómo puedes servir mejor a los demás y encuentra una causa en la que creas que tendrás un impacto. A medida que te vuelvas más desinteresado, descubrirás un tipo de felicidad que ningún dinero puede comprar.
22. Cultiva la compasión
Ser amable y cariñoso es algo a lo que todos aspiramos. Sin embargo, los pensamientos, sentimientos y deseos desagradables pueden enturbiar nuestra buena naturaleza e impedirnos ser todo lo que podríamos ser.
Para cultivar la compasión, empieza por ser compasivo contigo mismo. ¿Eres paciente e indulgente cuando se manifiestan tus propios defectos, o crítico y duro? Cuando tu mundo interior encarna la bondad amorosa, ésta se desbordará de forma natural.
Cuando tengas en cuenta a los demás, da prioridad a su bienestar sobre tus motivaciones personales. Un corazón desinteresado es una cualidad de incomparable valor y belleza, que puedes empezar a cultivar hoy mismo.
23. Cuida tu cuerpo
Uno de los propósitos de Año Nuevo más comunes es adoptar hábitos más saludables. De hecho, cuidar bien de nuestro cuerpo es esencial para alcanzar cualquier otro objetivo. Esfuérzate por mejorar tus horarios de sueño, sigue una dieta más nutritiva, incorpora la actividad física a tu rutina diaria y acaba con malos hábitos como beber y fumar.
Existen multitud de estudios que demuestran los beneficios de llevar un estilo de vida más saludable y holístico.
24. Apreciar los momentos
Aunque la vida es corta y fugaz, no hay nada más valioso que «el aquí y el ahora». Asegurarse de que tus seres queridos se sienten atendidos es indispensable para alimentar unas relaciones sanas.
Actos sencillos como dedicar tiempo a la familia, acordarse de los cumpleaños, llamar a los padres y ver cómo están los amigos son formas eternas de demostrarles lo importantes que son para ti.
Con la mente resuelta y el corazón agradecido, ¡que tengas un 2024 lleno de alegría y sentido!
Por: Carolina Avendano